domingo, marzo 08, 2009

¿Porqué no somos una asociación donataria?

Un amigo me decía ayer que tener una asociación civil con régimen de donataria es una mina de oro. Me siento culpable de haber sido quien le sugirió formar una asociación para impartir clases de arte. El individuo es buen artista aunque nada excepcional. Pero ayer que me tachó de tonto por no solicitar a Hacienda el registro para recibir donativos y al conocer los motivos o razones por los que no lo hacemos, me soltó una catilinaria en la que hizo apología del sistema mexicano en el que todo se puede, en donde el que tranza avanza y que una posición diferente por no decir contraria, no tiene esperanza de sobrevivir ya no de progresar.
Otro amigo al que he invitado a formar una asociación de artistas de Mixcoac, lo desestimó porque hay que pagar impuestos y no quiso saber nada del tema. Bueno, estas dos posiciones extremas son ejemplo de nuestro compromiso social.
En el folleto que entregan en las oficinas del SAT en donde exponen las obligaciones, derechos y ventajas de una donataria, el requisito más importante creo yo con que debe cumplir la organización, es no influir en la legislación de su campo de trabajo. Por lo tanto no nos interesa ser donataria. Preferimos mantener una posición independiente y fuera de la corriente gobiernista. No por ser anti-gobierno. El contraste de las ideas lleva a mejores soluciones. Hago notar que contraste es un eufemismo en aras de no ser tachado de "socialista", porque existe una descalificación a priori a todo lo que se identifique con el pensamiento marxista, sin embargo ahora en las circunstancias económicas mundiales, los científicos sociales liberales están volteando a ver al despreciable Karl Marx. Un compañero de la universidad, que ahora detenta un mediano puesto directivo en el gobierno me expresó con amargura hace como dos años -- Que mal nos hicieron en la universidad con este enfoque marxista. Ja, desde la caida del muro de Berlín ya se esperaba la debacle capitalista. Nada es inmutable ni perfecto y en la dialéctica histórica esta si es una premisa irrefutable. Así que finalmente en los Estados Unidos han estado aplicando medidas, que llaman anticíclicas, cuando lo que debería ser anticíclico es un sistema económico racionalmente diseñado y resulta que estas medidas se encaminan a una mayor intervención del gobierno en la economía, en el mercado. Aquí en México, más papistas que el papa, ni siquiera se osa discutir lo que deberá ser un sistema equilibrado de intervención estatal. Oportunidades hay, sobre todo ahora que no se debería rescatar a empresas que bajo su propio riesgo han incurrido en crisis financieras, sino que el estado se asocie con ellas y se beneficie de su rescate.
Como ven, por esto es que no queremos ser donataria autorizada.
La libertad tiene un precio.