Las áreas agrícolas de Tamaulipas y Texas en el Bajo Río Bravo pueden mejorar el uso y la conservación del agua.

Aunque los enfoques usados para evaluar la eficiencia en el uso del agua privilegian el mejoramiento de la infraestructura hidráulica, revestimiento de canales, mejores técnicas de riego y, en general, el uso de tecnología de punta, existen alternativas de menor costo que incidirían en el consumo de agua agrícola, en el mejoramiento del ambiente y que serían económicamente más viables.
La zona a la que me refiero es el distrito de riego #25 del noreste de Tamaulipas, área degradada profundamente por sus malos usos como el monocultivo de gramíneas, el uso indiscriminado de agroquímicos y en general la depredación del ambiente. En el lado norteamericano existe el mismo uso errado, cuentan con infraestructura que ahorra agua pero ambientalmente tienen los mismos problemas: erosión eólica, descenso de los mantos freáticos, alta salinidad y contaminación por agroquímicos, que en los casos de ambos lados de la frontera, afectan las aguas de la Laguna Madre, Área Natural Protegida.
En los dos lados, la plantación de cortinas rompevientos sería una excelente medida de protección del suelo, el agua y la fauna remanente. Si hiciéramos las cosas bien, quizá hasta podríamos hacer descender la temperatura un grado, ahorrar un significativo volumen de agua, mejorar el paisaje y, para los monetaristas, agregar valor a las propiedades rurales. ¿Suena bien, no? Para darles gusto a estos últimos, veamos los gastos a cubrir como una inversión, para nosotros los ambientalistas, sería la oportunidad de aportar bienestar a nuestros hijos y nietos.
Nuestra organización, faunativa ac, ha presentado un proyecto de promoción y divulgación de la necesidad impostergable de establecer cortinas rompevientos en esta área. Necesitamos convencer a los productores rurales de la urgencia de estas acciones y de los beneficios para ellos y la población en general. Hacerles saber que hay fondos gubernamentales disponibles para llevarlos al cabo y que debemos organizarnos para acceder a ellos.
No tenemos tiempo que perder, es algo que debemos hacer ya.