lunes, diciembre 27, 2010

Trabajo de faunativa en el 2010.




El gobierno de Tamaulipas se enorgullece de ser el primer productor de carbón vegetal en el país; también su página de la Comisión Estatal de la Vida Silvestre, que se supone la protege, es la principal promotora de la caza en el estado. En estos tiempos esto es aberrante, absurdo y por decir menos, estúpido. Faunativa es una organización de base, sin recursos, no donataria y estamos conscientes de que es el precio de la independencia y la libertad. En 2009 realizamos trabajo de instrucción en la Sierra de Tamaulipas gracias al apoyo financiero del Indesol, en 2010 no se apoyó la etapa de seguimiento. Habíamos hecho solicitudes a distintas instituciones para realizarla. En octubre una organización de la sociedad civil nos ofreció apoyar la etapa 2010. Servicios de Capacitación, Asesoría y Evaluación, AC, SECAE por sus siglas, nos apoyaron con fondos si bien no bastantes, si suficientes, aunque tuvimos que lidiar con gastos no previstos. Nuestro objetivo es demostrar a los productores forestales del aprovechamiento alternativo de sus maderas y no como carbón o postes.
Como hemos propuesto, la madera de ébano es excelente para construir muebles, así que en la comunidad de Felipe Ángeles, los asistentes al taller construyeron esta sillita con seis kilogramos de madera de ébano. Si esta cantidad de madera se convirtiera en carbón rendiría dos kilogramos con un precio de $4.00 pesos, en comparación con lo que obtendrían por la silla: $600.00. En la localidad de El Sabinito, las mujeres asistentes a los talleres construyeron trasteros y cucharas de madera de malva.

jueves, octubre 14, 2010

Una propuesta factible.


Desde 2006 faunativa ha propuesto una campaña para promover el establecimiento de cortinas rompeviento en la zona agrícola del Noreste de Tamaulipas. Este año propusimos el proyecto al INDESOL por cuarta vez desde 2006. Todavía en una reunión de la SEMARNAT a la que fuimos invitados lo comenté con un funcionario de esa dependencia, displicente me dijo que no se apoyan proyectos publicitarios o de promoción , que teníamos que presentar un proyecto que involucrara acciones más concretas. No lo habíamos hecho porque faunativa no quería involucrarse en la operación del proyecto, en el establecimiento y mantenimiento de las cortinas, no por falta de capacidad sino por evitar suspicacias, haciendo a un lado protagonismos. Si no quieren apoyar con 250 000 pesos para una campaña imaginemos lo que dirán cuando el desarrollo del proyecto a diez años represente treinta millones de pesos aproximadamente. Pero veamos. El Cambio Climático puede compararse al VIH y causa de mortalidad aún mayor y sus efectos serán crecientes. En las campañas para la prevención del VIH, que han surtido efecto, se gastaron cantidades muy respetables.
Si bien nuestro proyecto no es significativo frente al tamaño del problema, si representa una opción factible, de impactos y resultados mensurables.
Este es su resumen ejecutivo:

CONCIENTIZACIÓN Y ORGANIZACIÓN DE AGRICULTORES DEL BAJO RIO BRAVO PARA EL ESTABLECIMIENTO DE CORTINAS ROMPEVIENTOS.

La zona agrícola de riego del bajo Río Bravo muestra deterioro físico, degradación ambiental y una disminución de la disponibilidad de agua en ambos lados de la frontera. Si bien la infraestructura de distribución es más eficiente en el lado norteamericano, ambos países carecen de una política de conservación de la humedad y de protección del suelo en la zona del Bajo Río Bravo-Rio Grande. En los últimos años ha habido una percepción de visos de conflicto por la disponibilidad de aguas destinadas a la agricultura, conflicto que han resuelto con acuerdos. Sin embargo, en los productores de los dos países subyace una percepción de crisis.
Del lado mexicano 200 000 hectáreas componen el distrito de riego # 25, que forma parte de aproximadamente 500 000 hectáreas de uso agrícola perteneciente a la Provincia fisiográfica Planicie Costera del Golfo Norte que compartimos con Los Estados Unidos de Norteamérica y de la que forma parte la cuenca del Río Bravo-Rio Grande.

En el área mexicana estas 500 000 hectáreas presentan un deterioro que ha afectado los niveles de productividad agrícola. Este deterioro ha sido causado más que por técnicas erróneas como el monocultivo, por la ausencia de barreras físicas que mitiguen los efectos de la intensidad de los vientos dominantes en verano e invierno. Así, además de la erosión eólica que afecta el manto cultivable del área, los vientos transportan desde el sur gran cantidad de arena que son depositadas en las áreas de cultivo. A estos efectos debemos sumar la acción desecante de los vientos que alcanzan hasta 30-40km con temperaturas que oscilan entre 25 y 35° y que por evaporación y evapotranspiración causan gran pérdida de la humedad, más por la segunda que por la primera, puesto que seis meses al año las áreas están cubiertas por vegetación. Se ha demostrado que la pérdida es mayor que en suelos desnudos. También sabemos que el efecto desecante de los vientos es mayor que el de la luz solar directa. Otro efecto que producen los vientos intensos es estrés vegetal, causa de una pobre asimilación de los nutrientes por los cultivos.

Con el establecimiento adecuado de cortinas rompevientos podemos detener la erosión eólica, evitar la suspensión de partículas en la atmósfera y su depósito en tierras cultivables; ahorrar agua y usarla eficientemente; aumentar la capacidad de los cultivos de asimilar los nutrientes y elevar la productividad; crear corredores para la fauna remanente y agregar valor a las propiedades agrícolas al mejorar la ecología del paisaje.

Sin embargo, los productores agrícolas ven a los árboles como competidores de los cultivos por el agua y los nutrientes, en parte con razón, pero los beneficios del establecimiento adecuado de cortinas rompevientos puede aumentar la productividad hasta un 35% y disminuir la pérdida de humedad hasta en un 40%. Esto se podría traducir en un acortamiento del ciclo temprano y la posibilidad de volver a sembrar en el ciclo tardío como hace treinta años cuando la mayor disponibilidad de agua lo permitía, lo que disminuiría los costos financieros y de oportunidad, además de facilitar la rotación de cultivos.
Estas ventajas deben darse a conocer a los agricultores al través de una campaña multimedia que los convenza de los beneficios ambientales y económicos de estas acciones de restauración y coordinar a las organizaciones de productores, para que con recursos públicos puedan establecerse las barreras, su cuidado inicial y mantenimiento. Además de los programas gubernamentales que con apoyos directos estimulan las acciones de reforestación y restauración, ya realizadas, sean beneficiarios de pagos por servicios ambientales que los resarzan de la superficie utilizada para las cortinas.

jueves, octubre 07, 2010

Jean-Louis Berlandier, naturalista mexicano.

Matamoros fue el lugar de México que este naturalista, botánico y médico de origen francés eligió para vivir, y ser mexicano, cuando los norteamericanos invadieron nuestro país. Nacido en Fort lÉcluse, en la frontera franco-suiza, Jean-Louis Berlandier, que había sido entrenado como botánico y aprendiz en una farmacia de Ginebra, a los veinte años se une a una expedición científica mexicana como biólogo y botánico. Para 1826 está en Pánuco en una recolecta de plantas, antes de seguir a Texas como parte de la Comisión de Límites mexicana; Nuevo León, Texas y Tamaulipas será la región que estudie y en la que desarrolle sus investigaciones hasta 1851, año en que muere ahogado en el Río San Fernando, llamado antiguamente Río Conchos.
Muchas de las especies de flora y fauna de la Región Noreste fueron nominadas por él. Lo poco que sabemos de su vida es que después de la guerra radicó en Matamoros, en donde fue autoridad civil, médico e investigador y contrajo matrimonio. Que afortunados seríamos si encontráramos una imagen o una publicación inédita perdida de él.

viernes, julio 16, 2010

La despedida de Felipe Ángeles.




En los últimos días de mi estancia, para cumplirles una invitación a los asistentes al taller, en un viaje a Victoria compré tres kilos de carne para cocido para hacer un plato poblano: un tizmole. Así que un domingo pusimos a cocer la carne desde temprano y ya a punto agregamos el recaudo. Nos reunimos alrededor de una hoguera en ese día frío y lluvioso, de chipi chipi , Genaro Barrón y sus hijos, Samuel Barrón Ortiz, Víctor Barrón, que prestó su cocina para el caldo; Cesar Zavala y sus dos hijos, Hugo Ortiz Ruiz, y otros que por ahora no recuerdo. Llevamos la olla a un cuarto techado sin puertas y ventanas, en donde avivamos la hoguera que habíamos mantenido todo el domingo. De alguna parte salieron cajetes y cucharas y alguien llevó una botella de tequila, como si hubieran sabido que me gusta comer caldo picoso con traguitos de tequila o mezcal, para que se llene toda la garganta y demás conductos superiores de sabor y calor. Les gustó mi guiso. Y después de apurarlo con tortillas gordas calentadas en las brasas de la hoguera, al sentarme sobre un bloque me recordaron que no debería hacerlo sin cuidado. Las capulinas son muy venenosas y sin atención médica es fatal su piquete. Se inició entonces una conversación en la que Genaro Barrón llevaba la voz cantante. El conoce toda la Sierra al dedillo, sus cañones, cerros, arroyos y ranchos. Por cierto que quedamos de realizar una excursión al Cañón del Diablo para conocer sus cuevas y sus pinturas rupestres. Otra a un sótano no registrado y a algunos sitios arqueológicos poco conocidos. Pero en lo que más se centró fue en los relatos sobre el jaguar. Genaro platicó que el propietario del Rancho La Saga, Andrés Marcelo Sada, a través de su administrador les pidió que les guiara a atrapar un jaguar que les estaba matando muchas reses. Genaro asintió y salieron después de tomar café por el Cañón de Los Ángeles, de cuyo nombre toma el suyo el rancho que dio origen al Ejido, una mañana húmeda y fresca por una agüita que había caído en la víspera. Siguieron el cañón rumbo al sur y a las tres horas encontraron un encino caído con un hueco en donde había tomado agua el jaguar según la huellas, allí torció para el este por una cañada que lo comunica con el Cañón del Diablo. Iban a pie, con un machito para el bastimento. Es camino duro, entre rocas y árboles. Siguieron la huella, que a ratos perdían y volvían a encontrar. El rocío o la lluvia permiten notar con menor dificultad la huella del animal. Siguieron todo el día y cuando la tarde los alcanzó, hicieron campamento. Montaron la lona que llevaban, hicieron una hoguera y sacaron la lonchada. Allí platicaron hasta tarde, al macho lo amarraron cerca por si el animal andaba cerca. En la noche notaron que el macho se ponía nervioso y para ahuyentar al jaguar avivaron la hoguera y gritaban. Viendo que el macho se había puesto nervioso se adelantaron al amanecer e iniciaron la caza. Cada vez notaban que iban cerca del animal, de tal forma que para las once lo acorralaron en un reliz y se trepó a un árbol. Decía Genaro que los rugidos les ponían los pelos de punta y que sentían como se les enchinaban hasta los huesos. A última hora se había incorporado al grupo un amigo de Andrés Marcelo Sada, quien les había dicho que este no quería que mataran al jaguar, que lo atraparan vivo. Pero era imposible porque no tenían dardos. Así que Don Lupe, el papá de Genaro le dijo que no se podía y que había que matar al animal, lo que hizo con un disparo del 30 que llevaba. Lo cargaron entre cuatro y regresaron a Felipe Ángeles. Dijo Genaro que dos años después que viajaron a Monterrey, Andrés Marcelo lo tenía disecado en su oficina. Así ya para la medianoche o un poco pasada se fueron retirando como se apagaba el fuego y mis ojos entrecerrándose de sueño y cansancio. Esa noche soñé con la Sierra y sus jaguares.
La caza del jaguar está prohibida, lo que se relata sucedió hace más de treinta años. Actualmente los conflictos entre los ganaderos y los grandes felinos con gran desventaja para estos últimos, ha llegado a un punto en el que debemos evaluar que es más importante, si los intereses de unos pocos ganaderos o la salud poblacional de los felinos, en proceso de desaparición. Yo prefiero saber que los gatos están bien aunque quiebre la ganadería. Ni siquiera es fuente de trabajo importante.

jueves, julio 15, 2010

Ejido Felipe Ángeles. Casas, Tamaulipas.

La comunidad del ejido “Felipe Ángeles” se encuentra situado a 7 km de la carretera vieja Victoria-Soto la Marina en el kilómetro 79.En las coordenadas 23° 31´39.38”N, 98° 29´26.17” a una elevación de 434msnm. La superficie de que está compuesto el ejido es de es de 3462ha, dotadas en la ejecución del decreto de 1951, afectando al rancho “Los Ángeles” con 792 ha y el resto al rancho “La Florida” antes denominado “Palo Gacho”. La solicitud de dotación se realizó en 1933. Los ejidatarios miembros son 64 y actualmente el poblado o área urbana del ejido tiene 29 solares de 50 x 50m habitados con por total de 150 personas aproximadamente. Cuenta con una escuela de una sola aula, en donde asisten niños a preescolar y primaria; la secundaria y grados superiores las cursan en las cabeceras de Casas, Soto la Marina y Ciudad Victoria. Los actuales ejidatarios que forman el consejo directivo o Comisariado ejidal son: Guadalupe Barrón Zúñiga, Presidente; Samuel Barrón Ortiz, Secretario; Salomón López Alonso, Consejo de Vigilancia y Esteban López Alonso, Tesorero.
La comunidad y área urbana está situada en una zona que sido poblada por más de 220 años. Los pobladores, aunque proceden de diferentes regiones del centro del estado, como el IV distrito en el Altiplano y del piedemonte de la vertiente oriental de la Sierra Madre al norte de Ciudad Victoria, poseen una identidad ligada a su ejido, su historia, costumbres y cultura rural local.
La fuente permanente de agua ha propiciado el asentamiento humano desde antes de la llegada de los españoles en las postrimerías del siglo XVIII. El grupo indígena nativo, los Pasitas, poblaron la Sierra de Tamaulipas posteriormente a la desaparición de la cultura Huasteca. Era una tribu de recolectores y cazadores y para su pacificación y evangelización se fundó en el lugar la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de la Boca de los Ángeles en 1791, cuyos restos arquitectónicos persisten y han sido clasificados por el INAH como de interés histórico. La misión fue quemada por los indios en el año de 1800, sin embargo aunque no existe información documental la actividad principal hasta mediados del siglo pasado fue la ganadería, la agricultura de subsistencia y en el caso específico de “Los Ángeles” como se le llamaba a la congregación antes de su constitución como ejido, existió una industria de curtiduría hasta 1970.

A pesar de que en la región noreste la cultura rural ha ido diluyéndose paulatinamente, por razones que van desde una subvaloración de la vida rural, el bombardeo mediático que exalta la vida urbana como la mejor, la despoblación del campo por falta de oportunidades y financiamiento, así como el descuido oficial, existen comunidades en que la gente mayor, conscientes de los valores culturales de que son depositarios, tratan de transmitirlos a las nuevas generaciones. En el caso de esta comunidad el depositario de la tradición es el Sr. Genaro Barrón Medina, 67 años de edad y que conoce la Sierra de Tamaulipas en forma detallada, así como sus tradiciones, costumbres, gastronomía, imaginaria colectiva e historia oral.
En la actualidad, como la mayoría de las comunidades de la Sierra de Tamaulipas, la principal actividad es la forestal y en particular la saca de madera en rollo para postería y la producción de carbón; debido a que las condiciones meteorológicas han cambiado y son desfavorables a la agricultura y la ganadería. Estas actividades han resentido notablemente diversos fenómenos, desde la falta de lluvias o escasez de estas, la no definición de las estaciones del año, una creciente proliferación de plagas como la de murciélagos hematófagos, etc.
El ejido está situado en la vertiente noreste de la Sierra de Tamaulipas, en la zona de transición entre la selva baja y encinos. La superficie del ejido está en buenas condiciones de conservación, las áreas de cultivo son pequeñas, potreros de una o dos hectáreas situadas en la orilla del Cañón de los Ángeles, parcelas que tienen abiertas desde hace 50 años, en donde siembran maíz y frijol para su consumo anual. Las variedades cultivadas son criollas y conservan la semilla para la siembra del próximo año. Practican la caza de subsistencia, pero son receptivos a las recomendaciones de conservación y aprovechamiento sustentable. Están conscientes de la importancia de la biodiversidad y su conservación para el equilibrio ambiental. Entienden las relaciones ambientales de la fauna y la flora y están preocupados por el Cambio Climático.
Si bien en el ejido Felipe Ángeles existe migración, esta se da por razones más de educación que por razones de subsistencia, habiendo casos en los que los jóvenes regresan a integrarse a la comunidad y las actividades de la misma. La población del ejido es de 170 habitantes.
Es una comunidad saludable en sus relaciones hacia adentro, se nota una socialización frecuente, actividades comunitarias informales como la producción de repostería, hojarascas, rosquillas de harina de maíz, etc. en los hornos de piedra y adobe que existen en la comunidad. Como en El Chijol la base de la comunidad son las relaciones de parentesco, en el que el apellido común es Barrón; esta peculiaridad es la principal variable en la armonía comunitaria y la razón de que la organización y estructura ejidal persista. Además hay un respeto por el trabajo comunitario, que ejercen hasta los más viejos. El respeto hacia las personas mayores y su punto de vista es acendrado. Nos tocó asistir a la celebración del 20 de Noviembre, en la que convivieron y celebraron con tamales, tostadas, refrescos y una reunión en el patio de la escuela, cuidadosamente organizada.

El diálogo monólogo.

El viernes estuvimos en una reunión de la SRE rumbo a la cumbre ministerial de Cancún sobre el Cambio Climático. Los tres funcionarios, dos de la SRE y uno de la SEMARNAT, nos mantuvieron a faunativa, ac y otras cinco OSCs cuando muchas, con un choro monótono y aburrido. Mi impresión es que están en el limbo. ¿Cómo plantear un consenso internacional cuando no lo existe en el ámbito interno? y ¿cómo ampliar los compromisos si no hemos avanzado en parar los desmontes, la producción de carbón, legal e ilegal; las descargas de aguas negras, los desechos sólidos, los lixiviados mineros, etc.?
Debo reconocer que la SRE es una secretaría que en este caso solo es responsable del protocolo y el procedimiento, es la SEMARNAT la instancia responsable del tema, la que debería plantear acciones innovadoras. El funcionario de SEMARNAT en la reunión, el señor Mateo Castillo Ceja, me pareció más un individuo de corte snob, de pipa y guante, en un autopedestal difícil de alcanzar por los mortales comunes. Es el enlace entre la SEMARNAT y las Organizaciones de la Sociedad Civil. Yo supongo que de tipo asistencial, filantrópicas y aristocráticas, no como faunativa, modesta, de rancho.
Al término de la reunión me dirigí a Castillo Ceja para plantearle mis inquietudes respecto a nuestra propuesta de establecer cortinas rompeviento en el noreste de Tamaulipas, en eso estaba cuando entró una llamada a su celular que atendió de inmediato, apartándose de nuestra conversación por cinco minutos. Faunativa no es una organización grande y nosotros somos modestos activistas sin pretensiones ni poses. No exigimos atenciones especiales, pero si respeto. Por otro lado somos conscientes que somos las organizaciones quienes justificamos el salario de Castillo Ceja. Con cierta molestia le reclamé que el gobierno federal está divorciado de la sociedad y me contestó que no, que esa reunión con seis OSC era la muestra de lo contrario. Seis Organizaciones de la Sociedad Civil justificamos el viernes el diálogo permanente y el excelente nivel de comprensión entre el gobierno y la sociedad que se quiere mostrar. Por nuestra parte es la última vez que asisto a farsas convocadas por la elite burocrática.

Ejido El Chijol






Nuestro proyecto de talleres de uso de maderas nativas en la Sierra de Tamaulipas, con el apoyo del Instituto Nacional de Desarrollo Social INDESOL inició el 29 de julio del 2009. Nos trasladamos al ejido El Chijol, en el municipio de Llera de Canales, Tamaulipas. De Ciudad Victoria, la capital del Estado, toma uno la carretera que va a Soto la Marina y en el entronque con la carretera a Tampico, tomamos rumbo al sur hasta pasar Estación Zaragoza. De allí aproximadamente veinte kilómetros adelante entramos a una brecha al lado norte de la carretera. Es la entrada al suroeste de la Sierra de Tamaulipas. Pasa uno pequeñas comunidades ejidales como Santa Rosa, La Morita, El Cabrito, Progreso y llegamos a El Chijol. Conforme avanzamos el camino se va angostando, haciéndose difícil y el clima, mas agradable. No medimos la temperatura pero de 35 grados por lo menos al subir baja a 28. El Chijol esta situado en los 871m de altitud. Su vegetación es de clima templado. El camino va de matorral a selva baja, una zona de transición de selva y encino, encinal y finalmente bosque pino-encino. En estos parajes A. S. Leopold acampó en 1947 en su recorrido por nuestro país colectando especímenes para su estudio, que se concretó en su Fauna Silvestre de México.
Al llegar nos informaron que los varones de la comunidad estaban fuera por asuntos judiciales, la comunidad se ha visto involucrada en un conflicto agrario con la hacienda Acuña. El propietario les invadió y ellos destruyeron los linderos que estableció arbitrariamente. Parece mentira que en el siglo veintiuno aun se den conflictos de esta clase, de los que dieron lugar a una revolución que se inició hace casi cien años y que será ¿conmemorada? el próximo año. Es ¡absurdamente paradójico! Como sea, nos sentimos un poco decepcionados, buscamos un lugar en donde esperar su llegada que se daría unas cinco horas más tarde. Aprovechamos el tiempo para deambular por los alrededores. Lo primero que sentimos fue el contraste de temperatura, aunque el sol brillara con la misma intensidad, en la sombra el fresco !del mediodía! es notorio. El viento corre, vuela por entre los cerros y da una sensación de bienestar. El verdor es más acentuado y el olor a encinas y acaso a pino. Si, es diferente al plan, a las tierras bajas que se cuecen en la canícula inclemente.
Los pobladores son apacibles, sencillos, generosos pero firmes en la defensa de su patrimonio. Fueron 25 días de aprendizaje para mí, creo que más que lo que compartí con ellos. Están orgullosos de su ejido, de que está conservado y quieren mejorarlo.
Los primeros cinco días me acompañó mi hijo pero tuvo que regresar al DF por cuestiones escolares. Gracias también a este viaje tuve oportunidad de convivir con él y de reforzar nuestros lazos.
Trabajamos los veinticuatro días, en sesiones de cuatro horas diarias. Repasamos viejas técnicas de carpintería, con herramientas manuales como hachas, azuelas, escochebres, cepillos, berbiquíes, etc. Construimos bancos, sillas, mazas, un torno de cordel, un caballo de talla, de los que iré subiendo fotos. Como sea soy afortunado, es un privilegio compartir con los pobladores de El Chijol sus problemas y sus logros, su confianza, pero sobre todo su amistad y un interés genuino por la conservación de su entorno y sus recursos.