La Sierra de Tamaulipas, en vísperas de ser declarada Reserva de la Biósfera.

Hace dos semanas iniciamos la organización de los talleres de instrucción de maderas nativas e invitados y acompañados por el director de la Sierra de Tamaulipas, perteneciente a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Ingeniero Jaime Gutiérrez Legorreta, visitamos los ejidos "El Chijol", del municipio de Llera de Canales, "Pobladores de México" y "El Sabinito" del municipio de Soto la Marina, así como el ejido "Felipe Ángeles" del municipio de Villa de Casas. Fue una experiencia grata recorrer estas comunidades, algunas accesibles, otras no tanto pero igualmente interesantes en sus propias peculiaridades. En "El Chijol", una comunidad del suroeste de la Sierra, a 1000m snm, con vegetación variada, desde selva baja a encino-pino, con clima templado, placentero, en contraste con las temperaturas de abajo, que en estos días han alcanzado los 40°, encontramos a sus habitantes tan apacibles como el clima, con deseos de aprender, de proteger su patrimonio natural, 2500 hectáreas de terrenos forestales. Fue gratificante encontrar en esta comunidad, cuyo presidente del comisariado es un joven inquieto y progresista; su casa, modesta pero agradable, cubierta de hiedra. Encontramos que están deseosos de instruirse en todo oficio útil, de tener una biblioteca, de leer, de crecer. Debo decir con justicia que la la ayuda de Jaime Gutiérrez fue invaluable, él y su esposa Mariana fueron muy grata compañía. Trabajan juntos en lograr la declaración de la Sierra de Tamaulipas como Reserva de la Biósfera, estamos por tanto en la misma sintonía, coincidimos en general y me es muy agradable trabajar con ellos.

Vamos pues por buen camino, con perspectivas halagüeñas y con ánimo verde.